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Al alcanzar la talla necesaria, las ostras son extraídas de sus jaulas, se les somete a limpieza (para remover todos los organismos marinos que crecen sobre sus conchas) y finalmente se les introduce dentro de charolas plásticas con un poco de agua de mar.

Entonces son llevadas al "Laboratorio de Implante", donde se lleva a cabo la operación de producción de perlas cultivadas. En todos los países productores de perlas, las ostras son forzadas a abrirse -ya que de otra forma no se puede llevar a cabo el procedimiento- utilizando unas pinzas inversas de acero, procedimiento que causa una enorme mortalidad sobre las ostras perleras (del 50 al 70% mueren).

Ahora puede dar inicio la operación. Hacemos uso de dos técnicas distintas para obtener dos tipos diferentes de perlas: 1) implante de perla mabe (o media-perla) y 2) implante de perlas libres (redondas, barrocas y keshis).


La Operación de Implante de Perla Mabe (Media Perla)

Para cultivar una media-perla, se hace lo siguiente: con la ostra abierta, se le localiza el manto (un órgano especial que secreta nácar) para empujarlo hacia atrás cuidadosamente de manera que la concha nácar queda expuesta. Aquí se le adhiere un implante de mabe (usualmente de plástico) directamente sobre la concha interna y el animal es regresado a su hogar.

Produccion de Perla Mabe
De esta forma, el organismo reacciona de la misma forma en que lo haría frente a un parásito: utiliza su manto para cubrir al "intruso" con capas de delicado nácar. Pasados unos 18 a 24 meses, la perla mabe puede ser cosechada, para su posterior procesado y montado en joyería. La perla Mabe siempre se encuentra en contacto directo con la concha, por lo que su forma es usualmente hemisférica.

Al juntar dos medias perlas no se obtiene una perla esférica. La perla esférica se produce con el proceso que se describirá a continuación.

La Operación de Implante de Perla Libre

Para obtener una perla libre, la operación se torna mucho más complicada y delicada:

Una ostra se pone en una base quirúrgica especial, se introduce una cuña entre las conchas y se localiza el aparato reproductivo de la ostra. Después se realiza una incisión, por la cual se introduce una herramienta delgada y de punta filosa, con la cual se realiza un pequeño túnel. Este túnel debe de hacerse con gran cuidado, evitando cortar cualquiera de los órganos vitales de la ostra: corazón, hígado y páncreas, estómago e intestinos. Al final del túnel se localiza un órgano conocido como "Saco Perlero", que no tiene una función definida y está compuesto de tejidos conectivo y gonadal que lo hacen apropiado para cultivar una perla.

Ostra a punto de ser operada
A continuación, una pequeña esfera de concha nácar se introduce por la herida y se lleva hasta el saco perlero. Sin embargo, esto no será suficiente para que de comienzo la formación de una perla, ya que en esta zona no existen células secretoras de nácar, esa función es únicamente del manto.

Así que se realiza una operación de injerto de tejido, que consiste en la introducción de un pequeño pedazo de tejido de manto que se obtiene de una ostra perlera "donadora". Este pequeño tejido se injerta por si mismo en el tejido del saco perlero y crece alrededor de la esfera, y lentamente comienza la deposición del preciado nácar.

Implante de Perla de Cultivo